Fernanda, de 21 años, fue asesinada por su exnovio Marco, un hombre que años atrás tuvo una relación con la joven que duró poco más del año ya que él la manipulaba, sin embargo Fer, como le llaman de cariño, confió en que había cambiado.
La relación de Fer y Marco comenzó cuando ella tenía 16 y su ex 19. Su madre detalló que esa relación cambió a su hija por completo, pues asegura que se volvió rebelde y se alejó de su familia. Dijo que él la manipulaba y la celaba, no conforme con eso supuestamente la agredí física y psicológicamente. Era prácticamente una relación de violencia, sin embargo la hoy occisa le aguantó poco más de un año.
Pasaron los años y Fernanda tuvo otra relación, con quien procreó un hijo y terminó al poco tiempo. A los días volvió a aparecer en la vida de la joven Marco. Para ello, la madre dijo que su hija no le había dicho que había regresado con Marco, si no que era un supuesto abogado, sin saber que en manos de Marcos perdería la vida.
El 7 de septiembre del 2020 Fer seguía estudiando a pesar de tener a su bebé, pues era apoyada por su madre. Ella llegó a su casa alrededor de las 20:00 horas, para las 21:20 Fer le pidió permiso a su mamá de tomar una nieve con el presunto abogado en la plaza Aranzazú, en San Luis Potosí, a lo que la dejó ir solamente ir una hora.
A las 23:01 Fer realizó aquella llamada de auxilio donde le suplicaba a Marco que la soltara y la dejara en paz. “De volada le dije ‘mándame tu ubicación’ y salgo corriendo a buscarla”, le dijo la madre.
Desesperada, la señora Jazmín salió corriendo a buscar a su hija pensando que estaría cerca, pero las calles de San Miguelito estaban tranquilas, no había ni un sólo coche circulando, no había persona. Llamó al 911 en busca de ayuda, pero la “ayuda” llegó hasta la una de la madrugada, los oficiales le dijeron que tenían que esperar 72 horas para empezar a buscar a Fer y que debía ir presencialmente a la Fiscalía a levantar la denuncia.
La búsqueda de Fer
Sus padres pasaron toda la noche buscándola mientras las 72 horas para levantar la denuncia pasaban lentas. Con los recursos y herramientas que tenían comenzaron a mover todo para llamar la atención de las autoridades. Se organizaron marchas que con el tiempo sumaron más personas y la señora Jazmín acudía a la Fiscalía a rayarla y aventarle huevos para que le hicieran caso. Lo lograron, pero aún así no había avances ni sabían dónde estaba Fer.
Así pasaron las semanas y pasó septiembre, mientras que la preocupación y la desesperación eran cada vez más grandes. La familia tuvo que vender la casa en donde vivían para poder pagarle a unos investigadores privados que les dieron más certidumbre entre tantas incógnitas.
Al mes, los investigadores ya tenían noticias esperanzadoras. Aseguraron que la joven de 21 años estaba en la casa de Marco. Les brindaron información acerca de la dirección y el número de donde vivía, con esa información volvieron a la Fiscalía, pero fueron ignorados, afirma la señora Jazmín.
“Aparte mal hechos”, expresa Jazmín, ya que las autoridades realizaron un cateo a la casa de Marco en diciembre de 2020, pero no encontraron nada. Los investigadores privados seguían afirmando con certeza que ahí se encontraba Fer.
Un albañil la encontró, no las autoridades
Para marzo de 2021, ocho meses después de no encontrar a Fernanda, los padres de Marco decidieron remodelar la casa en donde vivía su hijo y mientras se hacían trabajos para arreglar unas tuberías en el patio trasero, un albañil encontró el cadáver de Fer; eran puros huesos, recuerda su madre.
La joven de 21 años, mamá de un bebé de cinco meses, murió de asfixia y golpes en el cuerpo. Fue amagada de pies y manos. Su feminicida la enterró a 50 centímetros de la superficie en el patio de su casa, donde él estuvo viviendo todo este tiempo.
La señora Jazmín acudió el 30 de marzo a la Fiscalía para ver si tenían noticias de su hija ya que no sabía del hallazgo en casa de Marco, le dijeron: “¿Viene por el cadáver que encontramos, verdad? Ahí en el domicilio que nos dio, pero no le podemos decir nada hasta que estemos seguros”.
Se le hizo pruebas de ADN a la señora Jazmín y a uno de sus hijos, y a la semana dieron positivos con Fer. Al día siguiente de confirmar la noticia, la abuelita de Fer y con quien la joven tenía una relación muy cercana, no pudo con el dolor y murió de tristeza.
El 11 de abril de 2021, las autoridades detuvieron a Marco “N”, pero la audiencia intermedia se aplazó durante casi dos años por diferentes pretextos por parte de la defensa del acusado. Apenas el pasado 17 de enero de este 2023 se llevó a cabo. Sigue el juicio donde se le dictará sentencia. En febrero de este año le debieron notificar a la familia de Fer en qué fecha se llevaría a cabo, pero no han recibido ninguna información.
La familia de la joven se siente atemorizada, se han cambiado de casa cuatro veces por miedo a que sufran atentados, pues fueron víctimas de un atentado de bombas molotov, hecho que denunciaron y señalan no se les ha proporcionado seguridad.
Yo les solucioné el caso, yo encontré a mi hija, ellos no hicieron nada, afirma Jazmín Rodríguez, madre de Fer, quien dejó en orfandad a su hijo, que hoy tiene 3 años.
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