La inflamación es un proceso necesario para que el cuerpo sane las lesiones, pero cuando esta inflamación es crónica y provocada por factores como la obesidad, la dieta, el estrés y la falta de ejercicio, puede tener graves consecuencias para la salud.
La inflamación crónica de bajo grado está relacionada con enfermedades cardiovasculares, neurodegenerativas, cáncer, artritis y diabetes tipo 2.
La Escuela de Medicina de Harvard recomienda luchar contra la inflamación crónica en 7 sencillos pasos.
El primero es una dieta antiinflamatoria. Tres dietas tienen una acción especialmente antiinflamatoria: la Dieta Mediterránea, basada en alimentos de origen vegetal, pescado y grasas saludables. Dieta Mediterránea, basada en cereales integrales, fruta, verduras, legumbres, frutos secos y semillas; pescado, poca carne y grasas saludables y dieta Alternative Healthy Eating Index (AHEI). Significa “Índice de alimentación saludable alternativa” y asigna calificaciones a los alimentos y nutrientes predictivos de enfermedades crónicas.
Además de una dieta adecuada, el ejercicio es esencial para combatir la inflamación y sería el segundo paso. Las guías médicas recomiendan realizar 150 minutos de actividad física moderada por semana y fortalecer los músculos dos días a la semana.
Mantener un peso saludable y controlar la grasa abdominal, sería el tercer paso, ya que también ayuda a prevenir la inflamación relacionada con la grasa.
La adiposidad que se acumula en el abdomen es la más dañina porque favorece la liberación de sustancias inflamatorias, por eso es tan importante eliminar la grasa en esta zona.
Dormir bien sería el cuarto paso. La falta de sueño también puede aumentar la inflamación, por lo que es importante dormir lo suficiente y tratar de mejorar la calidad del sueño.
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Los pasos cinco, seis y siete serían: un estilo de vida saludable, que incluya la reducción del estrés, la abstinencia del tabaco y el consumo moderado de alcohol, también puede ayudar a prevenir la inflamación crónica.
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